domingo, 4 de mayo de 2008

Sobre la lectura en voz alta y la narración oral




La narración oral así como la lectura en voz alta, son excelentes vías para acercar a la personas a los libros y a la lectura, dado que a través de ellas se presenta un momento único, donde la imaginación se eleva al máximo, la apreciación se convierte en una actividad constante y el deleite de escuchar un premio recibido. En todas las actividades en que se realiza la narración de un relato resulta una experiencia entretenida y enriquecedora, cuando la persona tiene gracia y la capacidad de realizar esto de forma natural, sin complejos y con mucha personalidad. También con la capacidad de lograr la atención del oyente, con la capacidad de seleccionar los textos y por sobre todo encantar con lo que se está contando.

Chambers dice que “no sólo los niños pequeños disfrutan de escuchar cuentos; también los niños mayores y los adultos se divierten con esta actividad”. En Chile existen pub-restaurantes que dan espacio a los cuenta-cuentos para el público adulto, y son eventos constantes que congregan a muchas personas. También cuando les cuentas a los jóvenes algún relato, abren su capacidad de maravillarse con historias simples, pero llenas de sentido que los hacen reflexionar, comentar y discutir. Extienden sus mentes más allá de lo que sus propios códigos les imponen.

No importa la edad de nuestros oyentes, siempre habrá quien esté dispuesto a disfrutar de la lectura, de un espacio para crear atmósferas que nos permitan trasladarnos a lugares desconocidos, conocer otras experiencias y personajes, historias de uno u otro lugar. Sólo se deben crear los espacios y por supuesto, prepararse el narrador o lector para realizar la gran actividad, por eso es que las técnicas ofrecidas por los especialistas no son meras recomendaciones, si no más bien aspectos importantes que tienen que considerarse y practicarse para realizar una presentación satisfactoria y de gusto de los oyentes.

“Nuestro gusto por la lectura de obras literarias está profundamente arraigado en esta experiencia oral del cuento, en la necesidad de escuchar y contar cuentos, y en nuestra comprensión de sus fines y de las formas en que se presentan las narraciones. Las rimas, retahílas y cuentos para le infancia, los cuentos de hadas y otras narraciones provenientes del folklore oral –incluyendo fábulas, mitos y leyendas, así como los chistes y las fantasías que los niños se cuentan entre ellos; todas estas expresiones nos ayudan a formarnos como lectores” aquí Chambers nos presenta una pequeña teoría en el que quien ha oído de pequeño diversas expresiones narrativas, llegará a ser un buen lector de adulto, pero para aquellos que han no han tenido tan maravillosa experiencia, retomar la narración o lectura en voz alta permite re-encantar a quienes se habían alejado de la vía de la lectura, también de incorporar a los nuevos lectores, apoyar el proceso de aprendizaje de la lectura y transmitir el hábito a lo miembros de tu familia, tus amigos, incluso a tu comunidad. A través de la lectura creamos nuevos lectores, renovamos esperanzas y abrimos nuevos horizontes para aquellos que se han perdido o para los que se inician en este mundo.

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