domingo, 19 de octubre de 2008

María Luisa Bombal y el encanto de la desolación


Comenzamos la lectura de la escritora chilena maría Luisa Bombal. Leímos el cuento "El árbol" y la novela corta "La última niebla". Analizamos y discutimos. Detectamos la relación entre la vida de Bombal y su escritura. Impresiones sobre la relación entre los escritos en elementos como la habitación, el deber social de la mujer, la búsqueda de la felicidad y del amor, la soledad y el refugio en la imaginación. Elementos notables de su escritura es la descripción y la metáfora, el erotismo representado en los elementos de la naturaleza, lo femenino y la delicadeza de sus personajes, una obra que deleita no sólo por la desesperanza de sus personajes, si no que también por la expresión de cada palabra y la posibilidad de transportarnos a esos ambientes desolados, marcados por la búsqueda de lo prohibido por una sociedad hipócrita y machista.

sábado, 12 de julio de 2008

Día de fría lluvia


Algodones grises deshaciéndose en el cielo como si una mano revolviera una fuente de agua impregnada de tinta. Un viento helado provoca remolinos en el suelo. Y yo camino observando este cambio climático típico de invierno pero que este año ha sido tan mezquino.

Las calles con sus grandes edificios observan a los transeuntes que provistos de prendas típicas de esta estación, buscan refugio de las primeras gotas que comienza a lanzar el cielo. Y yo disfruto este instante que antes detestaba.

Sigo caminando por calle Alameda, bandejón central, y mi figura se refleja en los charcos de agua lluvia, que bella se ve la ciudad como cuerpo que ha recibido una ducha matinal, refrescando y limpiado lo que la noche dejó entre las sabanas.

Las gotas caen con más fuerza, el viento ha levantado con sus brazos las hojas desprendidas de los árboles, cielo oscuro, y sigo mi camino empapándome con el paisaje.


miércoles, 2 de julio de 2008

El sueño te ha llevado; Fefa (1992-2008)


Llegaste un verano del año 92.

Pequeña, tímida en un principio, color caramelo en tu pelaje, redondos ojos negros.

Juego y travesuras, fueron típicas en tu infancia.

Tu primer parto asistí, cuando la inexperiencia de madre por primera vez era evidente.

Mi regalona cachorra, que pasamos tantos años.

Hoy te sumes en un sueño que no te traerá más a nuestro lado.

Descansa ahora pequeña, ya has pasado demasiado.

Tu vida se completa, el respiro se debilita.

Mi querida, descansa del sufrir que el tiempo te ha envuelto, el resto de mis palabras las dejo para mi.

Te extrañaré, te recuerdo...

sábado, 28 de junio de 2008

Se abre nuevamente la creatividad


Esta semana fue muy fuerte en términos laborales. Hubo mucho que hacer, planificar y concretar, también supervisar. Sin embargo, y ante un pronóstico de colapsar ante tanta invasión de tareas, se produjo un hecho impensable, algo que en cierto momento se perdió en algún rincón de mi cabeza, y que de tan escondida pensé que la había perdido.

No sé cómo ha vuelto, pero bienvenida sea. Me hace sentir que ya ha pasado una etapa, un año completo, 12 meses. Una vuelta de página, más bien el término del libro tortuoso que fuiste obligado a leer sólo para no tenr una mala calificación.

Nuevamente bienvenida a mi, quédate más tiempo porque hay mucho que hacer........

domingo, 4 de mayo de 2008

Sobre la lectura en voz alta y la narración oral




La narración oral así como la lectura en voz alta, son excelentes vías para acercar a la personas a los libros y a la lectura, dado que a través de ellas se presenta un momento único, donde la imaginación se eleva al máximo, la apreciación se convierte en una actividad constante y el deleite de escuchar un premio recibido. En todas las actividades en que se realiza la narración de un relato resulta una experiencia entretenida y enriquecedora, cuando la persona tiene gracia y la capacidad de realizar esto de forma natural, sin complejos y con mucha personalidad. También con la capacidad de lograr la atención del oyente, con la capacidad de seleccionar los textos y por sobre todo encantar con lo que se está contando.

Chambers dice que “no sólo los niños pequeños disfrutan de escuchar cuentos; también los niños mayores y los adultos se divierten con esta actividad”. En Chile existen pub-restaurantes que dan espacio a los cuenta-cuentos para el público adulto, y son eventos constantes que congregan a muchas personas. También cuando les cuentas a los jóvenes algún relato, abren su capacidad de maravillarse con historias simples, pero llenas de sentido que los hacen reflexionar, comentar y discutir. Extienden sus mentes más allá de lo que sus propios códigos les imponen.

No importa la edad de nuestros oyentes, siempre habrá quien esté dispuesto a disfrutar de la lectura, de un espacio para crear atmósferas que nos permitan trasladarnos a lugares desconocidos, conocer otras experiencias y personajes, historias de uno u otro lugar. Sólo se deben crear los espacios y por supuesto, prepararse el narrador o lector para realizar la gran actividad, por eso es que las técnicas ofrecidas por los especialistas no son meras recomendaciones, si no más bien aspectos importantes que tienen que considerarse y practicarse para realizar una presentación satisfactoria y de gusto de los oyentes.

“Nuestro gusto por la lectura de obras literarias está profundamente arraigado en esta experiencia oral del cuento, en la necesidad de escuchar y contar cuentos, y en nuestra comprensión de sus fines y de las formas en que se presentan las narraciones. Las rimas, retahílas y cuentos para le infancia, los cuentos de hadas y otras narraciones provenientes del folklore oral –incluyendo fábulas, mitos y leyendas, así como los chistes y las fantasías que los niños se cuentan entre ellos; todas estas expresiones nos ayudan a formarnos como lectores” aquí Chambers nos presenta una pequeña teoría en el que quien ha oído de pequeño diversas expresiones narrativas, llegará a ser un buen lector de adulto, pero para aquellos que han no han tenido tan maravillosa experiencia, retomar la narración o lectura en voz alta permite re-encantar a quienes se habían alejado de la vía de la lectura, también de incorporar a los nuevos lectores, apoyar el proceso de aprendizaje de la lectura y transmitir el hábito a lo miembros de tu familia, tus amigos, incluso a tu comunidad. A través de la lectura creamos nuevos lectores, renovamos esperanzas y abrimos nuevos horizontes para aquellos que se han perdido o para los que se inician en este mundo.

sábado, 3 de mayo de 2008

¿Qué te cuento? ¿Qué te leo?



Libros para narrar

- Rosaura en bicicleta. Daniel Barbot, editorial Ekaré; Caracas, Venezuela, 1990.
- La mariquita perezosa. Isabel Finn y Jack Tickle, editorial Zandrera Zariquey, 2001.
- El niño que perdió el ombligo. Jeanne Willis, editorial Norma, 2000.
- ¿Disculpe es usted una bruja? Emily Horn, Norma, 2002.
- Juan Felizario Contento: el rey de los negocios. Angela Lago, editorial Fondo de Cultura Económica, 2003.

Criterios de selección

Estos libros fueron seleccionados debido a su capacidad de poder adaptarlos durante la narración, de ir improvisando durante el relato. También a sus historias simples, pero a la vez organizadas.
Existen diversos personajes de gusto de los niños, permitiendo la caracterización gestual y vocal de ellos. Las bellas ilustraciones permiten la exhibición del libro en forma directa, pasando las hojas sin necesidad de detener el relato para mostrarlas.
Algunos de ellos permiten la participación de los pequeños, interviniendo el relato con preguntas, repeticiones, e ir más allá de lo que el relato inicial nos puede dar.
La cantidad de texto es más breve lo que posibilita su memorización luego de unas lecturas previas.

2. Libros para leer en voz alta

- La composición. Antonio Skármeta, editorial Ekaré; Caracas, Venezuela, 2000.
- Cuentos con olor a fruta. Cecilia Beuchat, editorial Universitaria; Santiago, Chile, 2004.
- Un sueño redondo. Juan Carlos Chandro, Tándem Edicions; España, 2001.
- Cuando el sol se aburrió de trabajar. Gloria Alegría, editorial Andrés Bello; Santiago, Chile, 2005.
- ¡No funciona la tele! Glen McCoy, Aguilar Chilena de Ediciones; Santiago, Chile, 2005.
- Ruanilla, Ruanillo y la abuela. Alicia Morel, editorial Andrés Bello; Santiago, Chile, 2004.

Estos libros permiten la lectura oral dada la presencia de un texto amplio donde no existe una comunicación tan directa entre el lector y el oyente. Es un texto que no puede ser modificado ya que perdería su sentido.
La lectura de estos textos es más lenta, y requieren de un gran lector para relatarlos y para poder captar la atención de un grupo, sin embargo son muy buenos para compartirlos con un solo oyente.
También estos libros pueden leerse hasta cierto punto, dejando para otro día la continuación de la lectura.


Experiencia

La experiencia para mí ha sido siempre realizando narración oral, y cada uno de los textos seleccionados anteriormente para esa categoría, ya los había compartido con los niños en la biblioteca por lo que quisiera comentar una experiencia en particular con un grupo de niños de 5 y 6 años que visitó la biblioteca, durante la primera semana de apertura.
Los niños fueron invitados a escuchar un cuento, se los lleva a un sector especial llamado “Globo teatro” donde se realizan las narraciones, y se les pregunta a todos si quieren conocer la historia de un niño pequeñito igual que ellos, y así comienza la narración de “El niño que perdió el ombligo”, todos estaban muy asombrados por los animales (todos mamíferos) que le muestran al niño su ombligo, hasta que en una parte de la narración el niño se pregunta si todos los animales tienen ombligo, por lo que a todos los oyentes se les pregunta ¿manos arriba todos los que tienen ombligo? Y los niños levantas sus manos y comienzan a mostrar sus ombligos, deteniendo la narración y viendo todos los ombligos. Al final, el niño se encuentra con que un cocodrilo le había robado su ombligo y ahí a los niños les preguntas por qué el cocodrilo no tiene ombligo, y salen con sus respuestas de niños, muy divertidas hasta que les cuentas que porque nacen de huevos y esos animalitos no tienen ombligo y sí los que nacen del vientre. Dio la suerte que la profesora estaba embarazada por lo que pudimos hacer mejor el ejemplo y además dio paso que los niños exploraran los libros de sexualidad para conocer mejor cómo es aquello que todos tenían en su panza.

Reflexión

La experiencia de narrar este cuento fue muy alentadora a seguir realizando las narraciones e ir incorporando nuevas técnicas o nuevos pasajes a las historias a medida que las he contado una y otra vez.
También fue gratificante el que los niños participaran cuando se les hizo la pregunta y más aún que se sintieran inspirados a realizar más investigación respecto al tema, siendo tan pequeños.
Hay algunas tareas que se deben realizar para la narración como preparar el relato con anticipación (leerlo por lo menos unas 5 veces), saber la edad del grupo, definir criteriosamente si puedes utilizar otros recursos como muñecos, música o elementos para dar más vida al relato (algunas veces más que ayudar, hacen que la narración sea un desastre). También me ha ayudado el poder hacer cambios de voces para ir diferenciando a los personajes, y así también muchas otras cosas que el día a día van fortaleciendo o haciendo florecer tus propias cualidades.
Mi proyección en esta tarea como promotor, mediador o animador de la lectura es poder realizar la mayor cantidad de narraciones para todos los niños que sea posible, poder llevarles a todos niños que disfrutan tanto con los relatos, que sueñan y que creen, y que por sobre todo te lo agradecen tanto por lo que les haz entregado en ese ratito mágico.

lunes, 28 de abril de 2008

Leer es una función esencial


Desde sus inicios, la historia del hombre ha podido ser conocido gracias a los registros que ha dejado de sus actos y experiencias. El hombre ha buscado la manera de expresarse por diversos medios, pero lo interesante de todo esto radica en la facultad que tiene el hombre para dar interpretación a cada uno de los códigos empleados. Es la lectura lo que permite descifrar y traducir, por eso es tan cierto que “todos nos leemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea para poder vislumbrar qué somos y dónde estamos. Leemos para entender, o para empezar a entender. No tenemos otro remedio que leer. Leer, casi tanto como respirar, es nuestra función esencial”[1]. La lectura está en todas las cosas que realizamos, y nos iniciamos en ella no cuándo entramos en la educacional formal, sino desde que tenemos la capacidad de asociar el objeto a su nombre; la lectura de imágenes, una etapa en que el niño no lector de palabras, expresa lo que está viendo.
La educación formal nos inicia a la lecto-escritura, que es el momento en que ya asociamos una nueva forma de expresarnos. Ahora leemos lo que escribimos, o lo que otros escriben. Conocemos medios de comunicación impresa: los maravillosos libros, luego para informarnos a diario, los periódicos, revistas. Y así a medida que crecemos y avanza la tecnología, los medios también se transforman y evolucionan. Pasamos de medios rústicos (tablas de arcilla, pairo) a medios ópticos o virtuales. También, debemos aprender a utilizar estos nuevos medios, “alfabetizarnos digitalmente”, la sociedad actual nos obliga a estar al tanto del uso de estos medios, si no te discriminan, quedas fuera del círculo tecnológico.
La tecnología, herramienta muy útil para el ser humano, permite expresar por medio oral o escrito. Pero también es un medio frío que hace perder el contacto directo de persona a persona. Nos ayuda, sí, y muchísimo, pero no pasa a ser más que eso, una herramienta, que de ninguna manera sustituirá las sensaciones.
Para mí, es sólo eso, un medio para comunicar, soportes de la información, de un contenido. Sin embargo, en la actualidad, se ha posicionado fuertemente el uso de estas tecnologías, desplazando en algunas localidades el uso del libro, o de otros medios impresos. Aún así “la tecnología todavía tiene que resolver problemas de manipulabilidad, portabilidad y legibilidad en el soporte”
[2]
Cuando se inició el auge de las computadoras y los medios audiovisuales, los expertos pesimistas predecían la extinción total del libro impreso, de la lecto-escritura, sin embargo, aquí estamos, en el siglo XXI, leyendo y escribiendo libros, formando lectores. Pero también comienzan a surgir los disidentes de este proceso, que sólo incorporan los medios tecnológicos para comunicar.
Cito: “No desaparecerá el mucho tiempo el libro tradicional porque, en primer lugar, lo decimos una vez más, la humanidad no puede prescindir del material impreso que ya existe y su subsistencia permitirá que los grupos sociales (lectores) y la institucionalidad relacionada con él (sistema educativo, industria editorial, bibliotecas y librerías) siga exigiendo la producción de materiales similares”
[3]
Para finalizar, conclusión personal referente a los dos textos, que nos invitan a reflexionar sobre la lectura, como proceso, el libro como medio, y la comunicación como un todo que deriva a procesos y medios. El futuro de para el libro y la lectura no es tan pesimista. Creo profundamente en las instituciones relacionadas con el libro y la lectura, creo también en los que hacen de la lectura un disfrute y que la comparten con los demás. Así también creo en los creadores de fabulosas historias y aquellos que compilan la historia, pero creo más aún en aquellos que descubren la lectura, por medio de alguien que también, al igual que yo, comparte mis creencias.
[1] Menguel, Alberto. La última página. En: Una historia de la lectura. Bogotá, Norma, 1999.
[2] Agudo Guevara, Alvaro. Lectura y sistemas comunicación social. En: Memorias. 2° Congreso nacional de Lectura. Bogotá, Fundalectura, 1999. pp.95-106
[3] Agudo Guevara, Alvaro. Lectura y sistemas comunicación social. En: Memorias. 2° Congreso nacional de Lectura. Bogotá, Fundalectura, 1999. pp.95-106

jueves, 24 de abril de 2008

Letras + letras + sentido = Literatura


Quise acordarme de mi inicio en la aventura de los libros y la lectura. Necesariamente debía remontarme físicamente a la biblioteca personal de mi tía Cecilia, bibliotecaria de años, amante de los libros y la literatura y con una colección maravillosa de títulos de textos infantiles.
La idea era visitarla, conversar, recordar y revisar si aún existían aquellas mágicas historias que deleitaron a la pequeña lectora.
Si bien la memoria es frágil para recordar cada uno de los libros que se escucharon o leyeron en edad inicial, como una cámara fotográfica, logré captar muy bien las ilustraciones de portadas y de los interiores de los libros, por lo que no sería tan difícil dar con los textos que estaba buscando. Sin embargo, existen 3 títulos que recordaba muy bien, y fue por ellos que le pregunté a mi tía primero; se trataba de “Los puntitos rojos y otros 30 cuentos para antes de dormir”, “El gran tesoro y otros 30 cuentos para antes de dormir” y “La sopa de hacha y otros 30 cuentos para antes de dormir”
[1]. Cada uno de éstos contenía una selección de cuentos breves que cada noche mi madre relataba a mis hermanos y a mí, y los domingos, en casa de los abuelos, los volvíamos a pedir pero esta vez en la voz de la tía Cecilia. La narración terminaba con alguna actividad plástica que permitía expresar en papel lo que el relato nos hacía imaginarnos. Así los libros comenzaron a aparecer, la tía me mostraba y yo recordaba, y volvía a aquéllos días en que uno, libremente, pedía una y otra vez la narración de las historias que pasaban desde “Las aventuras de Pinocho”[2] hasta “Las mil y una noches”[3]. Con mucho gusto encontré alrededor de 15 libros que perfectamente recuerdo haber escuchado, también leído, pero como los niños leen, cuando las letras no significan nada, pero se entiende todo con las imágenes. También encontré aquellos libros que disfruté cuando ya la lectura está dentro de uno y no se le olvida jamás. No esos que pedían en la escuela, sino esos que libremente uno elije, y si no le gusta, lo deja, o si se aburre, se detiene para hacer otra cosa.
Por esos hermosos recuerdos y gratas experiencias, es que sigo disfrutando de la literatura infantil, como lectora, como narradora y también entregando momentos mágicos a otros niños, tal como lo hacía mi madre y mi tía.
La lectura sigue presente en mi vida, todos los días, desde el periódico en la mañana, la narración para los niños en la biblioteca, y en las noches antes de dormir, para los buenos sueños. También para contarles mañana, nuevamente, a los niños y niñas que me visitan en la biblioteca, que son aquellos que buscan un momento de deleite y de afecto, porque así como se da a conocer una nueva aventura de un personaje, en un nuevo lugar, de igual forma se entrega cariño. Porque cada palabra es una caricia que envuelve, cada libro un baúl mágico cargado de sorpresas, y un relato, un momento único que sólo la lectura te puede dar.
[1] Selección y adaptación de textos infantiles por Eduard Delgado, e ilustraciones de Natalia Sanmartí. Editorial Pomaire, Cataluña, 1980.
[2] Adaptación con ilustraciones de Art Studium. Eds. Junior (grupo editorial Grijalbo), Barcelona, 1981.
[3] Contado por Hugo Montes, ilustraciones de Vittorio Di Girolamo, colección Para saber y contar. Zig-Zag, 1967

lunes, 17 de marzo de 2008

El último


El día 21 de febrero salió la versión en español del último libro de Harry Potter.

Como toda una fanática de la saga del mago, libro que realmente me ató a sus hojas, devorando cada uno de los tomos, y causando una ansiosa espera del libro final, compré con antelación el libro e hice una fila para recibir mi libro.

Un momento ideal, se daba inicio a mis vacaciones y que mejor que un libro entretenido para recrear los momentos del buen ocio. Se inició mi viaje, 3 horas de avión = 100 páginas, 30 minutos antes de dormir = 1 capítulo, y así fueron pasando los días y los pasajes del libro que me emocionaban y me hacían vibrar con la acción que se producía en cada pasaje.

Cuando llegué a Chile, me faltaban 200 páginas. Viajé a Horcón luego, 4 días y el final esperado, aunque ni tanto, ya que todo el desarrollo de la historia fue genial, esperaba que el descenlace fuese otro, quizás, esos 19 años después hubiesen sido menos años, por qué se enamoran Ron y Hermonie?, si Ginny es la novia de Harry, por qué no tiene más protagonismo?. Tengo tantas interrogantes que me dan ganas de escribir mi propio final de la historia. Quizás lo haga, pero me quedan más entradas que editar, estoy atrasada.

lunes, 3 de marzo de 2008

Viajar


Desde que me subí por primera vez a una vión sentí que sería el despertar de un espíritu viajero.

El hecho de conocer nuevos lugares, diferentes culturas y personas me da la sensación de crecer, y por sobre todo disfrutar de las maravillas que hay en este mundo.

Si bien son pocos los viajes que he realizado, han sido a lugares que impresionan y me llenan de emoción cuando los visito.

Como olvidar los atardeceres en el Valle de la Luna y el Salar de Atacama, el amanecer en los geiser del Tatio y Camboriú, el inicio de una tormenta en Florianópolis y en las termas de Huife, la historia del salitre en Humberstone, los rituales aymaras en Toconao, parques naturales de exótica flora y fauna en Valdivia, Unhipraias, Caburga, las intensas caminatas por lo barrios porteños de Bs. Aires, los paseos en barco y la visita a las islas de Santa Catarina, Playas, desierto, frío extremo, calor, museos, historia, noches llenas de estrellas, días llenos de aventuras, aromas y sabores. No hay duda de que viajar es un gran placer, y cada vez que lo haces comienzas a pensar a dónde irás la próxima vez.

Cada lugar tiene su encanto, y cada vez piensas en ir más lejos, no importan las barreras idiomáticas ni cambio de moneda, lo importante es qué descubrirás cuando salgas a un nuevo lugar. Y si vuelves al que ya conoces, da lo mismo, siempre se encuentra algo nuevo que disfrutar.

lunes, 18 de febrero de 2008

Los helados


Si hay algo que me gusta de la temporada estival es la aparición de una tremenda gama de sabores de helado. Pie de limón, tres leches, Berries, mocca chocolate, limón, cheesecake, entre otros que me hacen derretir la boca.

Tomar helado es un acto de plena satisfacción dulce, que envuelve la boca con un cierto escalofrío que recorre la espalda. Pero hay helados y otros que creen asemejarseles.

Ni pensar en los helados de máquina o también llamados americanos, hechos con quizá qué tipo de leche, máquinas sin limpiar, a todo sol en las entradas de las gelaterias. También tenemos los que venden en los restoranes de comida rápida, con sus salsas tan artificialaes y colores radiactivos. Ni hablar del que venden en las micros o troncales o buses de acercamiento. Esos no vale la pena mencionarlos...

Me encantan los helados suaves y cremosos al paladar. Los con trozos de fruta y chocolate. Me encantan, y se comen todo el año, aunque es más reducida la variedad, y por eso en el verano disfruto uno de postre, caminando en el anochecer, en mi cama viendo una película en la noche, o en los momentos en que te de placer.

Qué rico es compartir un envase de helado, a cucharadas con el otro, aunque a veces puede ser peligroso ya que siempre alguno saca cucharadas más grandes.

Me acuerdo en mi niñez de aquellos helados de agua que te dejaban la boca llena de colorante, clásicos como el Fredo y el Centella. El clásico Stereo y Chocolito, y las promociones de "vale otro" en los palitos.
No puedo dejar de mencionar los ricos helados artesanales de Quinoa, Mango y Maracujá que probé en Pica, y en cada lugar que visito no puedo dejar de pedir un rico helado.

Cada verano tiene algo diferente con los helados, para mí que no se acaben nunca, y sigan en invierno, porque no te quitan la sed, sólo te dan un momento de dulzura y placer.

jueves, 14 de febrero de 2008

Esperando las vacaciones


Cuando llega el verano, lo primero que se nos viene a la mente son las añoradas vacaciones, luego de un año muy trabajado.

El sol trae las primeras nociones de cuál será el lugar elegido para pasar los días de descanso. También empiezas a tener en cuenta cuánto estás dispuesta a gastar para esos días.

Ves destinos, ya estuviste en el norte, centro y sur. Quieres playa, obvio te encanta el mar y el sol. Pero también hay que ponerse de acuerdo, no sales sola!.

Ves las fechas apropiadas, ponerse de acuerdo con el equipo de trabajo, quién sale en tal fecha. Calendario aclarado, eres la última... fines de febrero... hay que buscar calor.

Lugar definido, las playas del sur de Brasil. Agencias turísticas, qué ofrecen, busquemos al mejor postor, pero difícila para esa fecha... igual quedan 2 cupos, listo!

Luego los preparativos: ropa, ropa, ropa, sandalias, maleta, repelente de bichos, botiquín, bloqueador solar, y otros que siempre quedan para el final.

A una semana de salir, estás ansiosa, los días son eternos, fomes, y ya todo el mundo ha salido a pasear. Pero no importa, cuando llegue el caos de marzo tú estarás tomando el sol en una paradisíaca playa de Brasil.

Valdrá la pena la espera? Sólo lo sabré el 24.


Una velada mágica


En un principio, las fechas siempre se recuerdan. Celebramos cada día en que recordamos algo especial.

Con el paso del tiempo, eso se va olvidando. Y ya no importan ni cumple meses, aniversarios, santos o día de los enamorados. ¿Será que ya no estamos enamorados?

Hoy fue una noche especial, una velada mágica como tú me dijiste. Y luego de un día infernal para ti, con un rostro triste, agotado y un poco agobiado por ciertas cosas que yo sé que te afectan, yo quería algo especial. No para el día de los enamorados, no por nuestro aniversario, si no más bien por lo que hemos recuperado, pasión, comprensión, comunicación, y re encanto.

Sushi, vino blanco, a la luz de las velas. Música, tú música. Lágrimas, besos y caricias.

No siempre se necesita de una fecha especial para poder decirnos lo que sentimos el uno por el otro.

No siempre se necesitan palabras para expresar lo que sentimos. Una mirada, una conección. Eso hizo que esta noche fuese una velada mágica. Volvimos a enamorarnos.

martes, 12 de febrero de 2008

En busca de la felicidad


Lo que más me impresiona de todo es la manera que te enteras de las cosas.No me gusta enterarme por correos electrónicos, me gusta la palabra directa, oida. Pero si no exite otra vía, y es lo más rápido y directo, no queda de otra.

Pienso en ese tiempo en que tu escritorio estaba frente al mío, las buenas migas que hicimos de un principio. Tu frescura y naturalidad. Luego, profundizar más en la vida de ambas. Conocernos, qué bien lo pasamos, encuentros, cigarros y café. Palabras, conversaciones, apoyo, y tu siempre disponibilidad para enseñar, y presentar otros puntos de vista.

Y ahora te vas, y lo supe por un mail!

Faltó tiempo, sin embargo alcancé a decirte muchas cosas que salieron del corazón, con honestidad.

Hay pena y una mezcla de sentimientos. Pero tengo plena convicción de que este viaje es un viaje en busca de la felicidad. La buscaste mucho, y ha pasado el tiempo, sine embargo llegó la hora, y es una oportunidad que abre las puertas a todo lo que te mereces.

Buen viaje, brilla como siempre, como tú eres, con la frente en alto, confianza y objetivos claros. Todos merecemos una nueva oportunidad, sobre todo cuando vas en busca de tu felicidad.

lunes, 11 de febrero de 2008

De todo lo que no te has enterado


Luego de pasar una larga estadía en casa, por motivos que no voy a mencionar en mi primer escrito, volví al work. Día a día, a medida que te vas encontrando, digo re encontrando, con tus colegas y compañeros, comienzas el proceso de socialización natural en la hora de almuerzo.

Primero, debes conocer quienes de tus partners tiene el mismo horario que tú, de manera que no sea una hora catastrófica, porque sí que es penoso almorzar sólo. Luego, comienzan los saludos típicos, el cigarro y la conversación. Y aquí comienzan a aparecer aquellos comentarios de los cuáles tú no tienes idea poruqe recién te estás re intengrando. La peor fase es escuchar y procesar las palabras que está diciendo el resto, y mayor aún, tener la valentía de decir qué pasó?, con miles de signos de interrogación, como traje del acertijo.

Comienzan las explicaciones, escuchas atentamente, para no perder detalle y conectar las neuronas para relacionar lo que te están contando. Fin de la hora, de vuelta al trabajo. Lavarse los dientes, y pensar en todo lo que te dijeron en esos minutos.

Vuelves a casa.

Otro día, otro almuerzo, nuevas noticias, comentarios, reglas, normas, y también los llamados cagüines.

Ya pasó un mes. Qué sorpresas! y todavía quedan tantas cosas de las que no te has enterado.